Lizbeth Melgarejo Flores (1 “E”)
Había una señora que miraba la ventana, cuando de pronto un hombre se le acercó y le dio una vela diciéndole: Tal día volveré a verla. Y cuando vio la vela era una calavera de un muerto.
Ella se fue donde un sacerdote a confesarse, y el sacerdote le dijo que llevara niños y que ella durmiera en medio de ellos, y cuando se le aparezca, le de un pellizcón a los niños. De pronto vino el hombre que le dio la vela, y la señora pellizcó a los niños y éstos gritaron. El hombre le dijo: Te libraste por esto, porque sino ahorita le hubiera llevado.
Ella se fue donde un sacerdote a confesarse, y el sacerdote le dijo que llevara niños y que ella durmiera en medio de ellos, y cuando se le aparezca, le de un pellizcón a los niños. De pronto vino el hombre que le dio la vela, y la señora pellizcó a los niños y éstos gritaron. El hombre le dijo: Te libraste por esto, porque sino ahorita le hubiera llevado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario